Simplemente mira a tu alrededor, mira a los ojos de un niño, o a los ojos de tu amada, o de tu madre, o de tu amigo, o simplemente, siente un árbol!.
¿Haz abrazado alguna vez un árbol?. Abraza un árbol, y un día llegaras a saber que nos haz sido el único sino que el árbol también responde, el árbol también te abraza.
Entonces, por primera vez, seras capaz de saber que el árbol no es solamente la forma, que no es solo una determinada especie de la que hablan los botánicos.
Es un dios desconocido, así de verde en tu jardín, tan lleno de flores en tu jardín, tan cerca de ti, haciéndote señas, llamándote una y otra vez.
Comentario
Una
En esta carta, la mujer no solamente toca el árbol, esta en comunicacion con el, casi se ha hecho una con el.
Es un árbol viejo que ha visto muchos tiempos duros.
Le toca con suavidad, con reverencia, y lo blanco que hay dentro de su capa refleja la pureza de su corazón.
Hay humildad y simplicidad en ella, y esta es la forma de acercarse a la naturaleza.
La naturaleza no hace sonar los tambores cuando irrumpe a través de una flor, ni tampoco entona un canto fúnebre cuando los arboles dejan caer sus hojas en el otoño.
Sin embargo, cuando nos acercamos a ella con el espíritu apropiado, comparte con nosotros muchos secretos.
Si no has oído a la naturaleza susurrandote ultimamente, es un buen momento para darle la oportunidad.
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