23. EL ÁRBOL
La carta de El Árbol es una de las más difíciles de leer, está llena de múltiples asociaciones diferentes. Esto es natural, sin embargo. Eva arrancó la manzana del Árbol del Conocimiento en el Jardín del Edén. La Cábala lo celebró. El Buda se sentó debajo del Árbol de Bo y los antiguos colgaron sacrificios en las ramas para apaciguar a sus dioses.
La carta de El Árbol habla de equilibrio. Se trata del crecimiento, pero crecimiento que está arraigado en el suelo: es sólo de una base sólida en la que podemos alcanzar los cielos.
También el equilibrio entre la izquierda y la derecha, arriba y abajo, inconsciente y consciente.
Habla de la capacidad de respuesta. Al podar nuestros propios árboles, podemos fomentar el crecimiento en direcciones particulares a expensas de otros. Pero: nuestro control es limitado.
Significa refugio y protección. El árbol nos protege del viento de la misma manera que nuestras familias nos proveen una red de seguridad. De hecho, el árbol puede representar los sistemas en los que nos encontramos: la familia, nuestra comunidad local, nuestra sociedad más amplia. Nos recuerda que somos parte de algo más grande; Representa nuestro ecosistema entero.
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