25. LA TORRE
Las torres tienen muchas funciones. Nos protegen, proporcionándonos buenos puntos de vista para examinar las áreas circundantes. Pero también nos aíslan, cortándonos de los que nos rodean.
Cuando interactuamos con los que nos rodean, sean miembros de la familia, colegas o competidores, constantemente construimos y derribamos torres. La carta de La Torre nos pide que examinemos críticamente las barreras que levantamos entre nosotros y los que nos rodea, y nos preguntemos si tenemos el equilibrio correcto: ¿nos hemos aislado demasiado? ¿estamos demasiado altos y orgullosos, incitándonos a una caída? ¿nos hemos quedado abiertos y vulnerables?
También levantamos barreras en nuestra psique, que pueden servir para bloquear pensamientos, miedos o deseos que nos asustan. Si nos cegamos a nuestra propia naturaleza puede ser peligroso, la carta de La Torre nos advierte que debemos estar atentos a esto, pero también nos insta a desarrollar un sentido fuerte, seguro y cómodo de sí mismo que nos ayude a conectarnos con quienes nos rodean, sin dejarnos vulnerables al dolor y a la decepción.
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