3. DELTA
Dios - El padre - La clarividencia - La aceptación - La armonía - El corazón - Las arterias - El plexo solar - La vista - La glándula pineal
Un triángulo dorado luminoso, rodeado de blanco, destaca sobre un fondo violeta, color que simboliza el misterio, el secreto, el respeto y la aceptación. El triángulo equilátero representa, en el judaísmo, al Todopoderoso; también evoca la Santísima Trinidad. En el centro, un ojo con iris azul, un ojo único que lo ve todo: pasado, presente y futuro. Es el conocimiento, la esencia de la vida. De cada uno de los lados del triángulo parten tres rayos dorados (3 x 3) que remiten a la carta n.º 9, Sabiduría. En referencia a la cábala, los de la base corresponden a la sal o al Padre, al corazón o al amor, al presente o al nacimiento; los del lado izquierdo, al azufre o al Hijo, al intelecto o a la sabiduría, al pasado o a la madurez; y los del lado derecho, al mercurio o al Espíritu Santo, a la acción o a la verdad, al futuro o a la muerte. Estos tres rayos son también los símbolos de la luz, la sabiduría y la fe. Un punto blanco luminoso corona la punta superior del triángulo, caracterizando el principio, lo que es inmutable.
El número 3 corresponde a la organización de la actividad, la creación, la concepción, la ley divina y la serie.
El conjunto representa la unidad del principio divino manifestado en todas las cosas.
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