FALSEDAD
Confusión, lo que no se puede entender, la incoherencia.
En un patio trasero, dos animales, un gato y una serpiente, se gruñen mutuamente. Como es sabido, los gatos son muy caprichosos y no siempre hacen lo que se espera de ellos. Una serpiente puede ser inofensiva o venenosa, pero eso no se aprecia necesariamente a simple vista. Para los celtas, el gato era considerado un protector en tiempos difíciles y un guardián de las fuerzas del alma. La serpiente era y sigue siendo un símbolo del ciclo de la vida y la muerte. Por su capacidad de mudar la piel o renovarse a sí misma, también es un símbolo del renacimiento.
Así pues, en esta imagen se enfrentan dos poderosos seres en una postura tensa, y no sabemos qué va a pasar, porque ambos solo obedecen a las leyes cósmicas, que no siempre nos parecen lógicas. Por lo tanto, con esta carta no debemos tomarnos todo al pie de la letra y no debemos confiar únicamente en lo visible. Ahora también necesitamos nuestro sentido de los matices para captar lo que no se dice en la situación.
Una serpiente tiene una forma extraña de desplazarse. Incluso puede moverse lateralmente. Por eso, para llegar al destino puede que haya que dar algunos rodeos. Sin embargo, en nuestro lenguaje también existe la serpiente malvada y el gato falso. Por lo tanto, conviene tener un poco de precaución. Los colores predominantes, el gris, el beige y el ocre, reflejan sobre todo una atmósfera difusa que invita a agudizar los sentidos. El gato tiende más al naranja, lo que es otra indicación de que hay que sensibilizar los sentidos y reconocer el poder espiritual.
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