Cada arcano posee una polaridad que debemos conocer. Hay tres tipos de polaridades:
1) Las polaridades positivas
Se refieren a las cartas que, debido a sus simbolismos o atributos, aportan un hecho concreto o evidente. Estas cartas se bastan a sí mismas y no necesitan asociaciones para definirse. El Emperador, por ejemplo, aparte de la representación de un consultante, simboliza la materia y la estabilidad: es un hecho.
2) Las polaridades negativas
Se refieren a las cartas que, debido a sus atribuciones o simbolismos, traen consigo una dureza, un cambio o un bloqueo capaces de romper o desbaratar una situación dada. Estos arcanos se bastan a sí mismos, pero adoptan toda su dimensión en las asociaciones. El Arcano Sin Nombre, por ejemplo, representa los cambios repentinos y radicales: es un hecho.
3) Las polaridades neutras
Se refieren a las cartas que, debido a sus atribuciones o simbolismos, no se bastan a sí mismas. Necesitan forzosamente de asociaciones con otras cartas para definir más el mensaje. Anuncian en general un concepto, una idea sin hechos determinados. La Rueda de la Fortuna, por ejemplo, indica los ciclos, los hechos por venir, la rueda que gira. Pero ¿de qué hecho se trata? ¿En qué momento? ¿De qué modo? Las cartas neutras anuncian principios que, para ser definidos, necesitan de otras asociaciones de arcanos.
Las cartas y su polaridad
El Mago
Simboliza el inicio de los acontecimientos, el origen de las cosas. ¿Será bueno ese punto de partida, ese comienzo? ¿Hacia dónde se dirige? Para saber más se imponen asociaciones de cartas.
Su polaridad: NEUTRA.
La Papisa
Sus secretos, sus conocimientos y su filosofía son misterios no desvelados en una tirada. Para conocer el fondo de las cosas son necesarias otras cartas.
Su polaridad: NEUTRA.
La Emperatriz
Se refiere a la inteligencia y a las visiones claras. Pero ¿cómo van a organizarse estas facultades? Solo pueden iluminarnos las asociaciones de cartas.
Su polaridad: NEUTRA.
El Emperador
Representa la materia y las capacidades concretas de creación. Con esta carta, las cosas son claras y precisas, sólidas. No hay necesidad de añadir una carta para afirmar su mensaje.
Su polaridad: POSITIVA.
El Papa
Simboliza la divinidad y la pureza del alma humana. Este arcano protege y une a los hombres y los empuja a ser mejores. Este principio se basta a sí mismo; no es necesaria ninguna asociación para afirmar su mensaje.
Su polaridad: POSITIVA.
El Enamorado
Representa nuestras múltiples opciones, las dudas, las vacilaciones y el cruce de caminos; son necesarias otras cartas para conocer la continución.
Su polaridad: NEUTRA.
El Carro
Trae consigo el triunfo, el éxito y la evolución. El trabajo y la victoria están ahí; eso es concreto y no requiere afirmaciones externas.
Su polaridad: POSITIVA.
La Justicia
Representa a menudo la administración, los contratos, los procedimientos jurídicos. Hay cierta frialdad en este arcano. Las preocupaciones respecto de terceros o de instituciones hacen que esta carta sea muy rígida.
Su polaridad: NEGATIVA.
El Ermitaño
Anuncia la lentitud y la paciencia en el desarrollo de los hechos. Pero no hay que olvidar que este arcano representa el alma y todas sus riquezas; por ello, no puede ser negativo. De todos modos, ¿a qué lentitud y a qué clase de paciencia nos enfrentamos? Solo las asociaciones pueden decirnos algo más.
Su polaridad: NEUTRA.
La Rueda de la Fortuna
Es el principio de las cosas que están por venir, del destino, de los ciclos inmutables. ¿Serán buenos o malos? Son necesarias otras cartas para definirlo.
Su polaridad: NEUTRA.
La Fuerza
Como su nombre indica, proporciona el dominio y la victoria. Su poder dinamizador irradia positivamente el conjunto de la tirada; se basta a sí misma.
Su polaridad: POSITIVA.
El Ahorcado
Anuncia la renuncia, la dependencia y los bloqueos. Aunque algunos de sus preceptos son honorables, a menudo se viven mal. Su polaridad: NEGATIVA.
El Arcano Sin Nombre
Trae consigo cambios radicales y repentinos, lo que ya no será. Los acontecimientos son a menudo fuertes.
Su polaridad: NEGATIVA.
La Templanza
Es el principio del futuro y de la vuelta hacia el pasado. ¿ Cuál de las dos jarras entrará en acción? Para saber más, se impone la presencia de otras cartas.
Su polaridad: NEUTRA.
El Diablo
Trae consigo la potencia y la fogosidad, pero también, y a menudo en el ser humano, los bajos instintos, como la avidez, el vicio, la agresividad o los excesos.
Su polaridad: NEGATIVA.
La Torre
Representa el principio de demolición o de construcción voluntaria. Pero ¿está el ser humano lo bastante evolucionado como para ser razonable? Se permiten las dudas: una vez puesto en marcha el principio de la Torre, la caída puede ser dura.
Su polaridad: NEGATIVA.
La Estrella
Trae la suerte, la protección y la paz. Es la buena estrella, la que inspira y tranquiliza. Reconforta el corazón de los hombres, pues permite cualquier tipo de esperanza. Su principio positivo se basta a sí mismo.
Su polaridad: POSITIVA.
La Luna
Este astro cambiante puede traer consigo estados anímicos difíciles. El estanque de este arcano es insondable; son nuestros sueños, nuestras fobias, las rupturas de nuestra infancia, los secretos inconscientes, la depresión...
Su polaridad: NEGATIVA.
El Sol
Sin esta estrella ¡no hay vida! El amor, el calor, los niños y la vitalidad se expresan por medio de este arcano; el Sol se basta a sí mismo.
Su polaridad: POSITIVA.
El Juicio
Es una carta especial en el Tarot. Aporta la voluntad de comunicación, los acontecimientos repentinos, el aliento divino y las órdenes del destino. ¿De qué manera se organizarán concretamente? Es práctico poder recurrir a las asociaciones de cartas. Pero un Juicio situado en contra puede impedir el desarrollo normal de las situaciones. Aportará el «mal juicio», las comunicaciones de mala calidad. A este nivel, el Juicio será una carta negativa.
Sus polaridades: bien situado en una tirada: NEUTRA; mal situado en una tirada y sobre todo en el corte: NEGATIVA.
El Mundo
La revelación de este arcano, su poder de realización y su apertura hacia el cosmos hacen que se baste a sí mismo.
Su polaridad: POSITIVA.
El Loco
El genio y la locura se codean aquí de muy cerca. La obligación de avanzar sin poder reflexionar siempre, propia del Loco, puede llevar a veces a situaciones difíciles. La desconfianza se impone ante los extremos. Esta carta representa un principio más bien negativo.
Su polaridad: NEGATIVA.
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