Tarot de Rider Waite

El 1 de Marzo de 1888 se fundó en Londres la Orden Hermética de la Golden Dawn (Amanecer Dorado) formada por un entusiasta grupo de investigadores, artistas y aprendices de mago. La Orden había comenzado su andadura un año antes, cuando el Reverendo A.F.A. Woodford "descubrió" un antiguo manuscrito cifrado. Este manuscrito transcribía una serie de rituales esotéricos de una orden europea conocida como Aurora Dorada. Woodford, que era rea miembro de la Sociedad Rosacruz, entregó esta información a otros miembros de la misma sociedad el Dr. Woodman y el Dr. Westcott. Ambos tomaron contacto con la rama continental de la sociedad y recibieron permiso para una fundar una orden en Inglaterra.

Aunque las investigaciones modernas señalan que toda la historia fundacional de la Golden Dawn no es más que un fraude bien elaborado, estos orígenes tienen poco que ver con el significado y valor de este grupo, que reunió a algunas de las mentes más lucidas y creativas de su tiempo. Una de las características que distinguían a la Golden Dawn respecto a otras sociedades iniciáticas de la época como la Masonería o la Rosa Cruz, es que se trataba de un grupo abierto, que admitía tanto a hombres como a mujeres en su seno. La Orden comprendía varios grados que iban siendo adquiridos por los miembros a través de sucesivas iniciaciones.

Uno de los miembros más destacados de la Golden Dawn fue Arthur Edward Waite. Arthur Edward Waite Tras los problemas internos de la Orden, Waite tomó el control del templo londinense en 1903 lo que produjo la salida de la misma del grupo liderado por el poeta Yeats. Waite era un hombre profundamente interesado en la alquimia y el Tarot, y sentía la obligación moral de corregir los errores y especulaciones fantasiosas que se habían creado entorno a la baraja.


En 1910, Waite publicó su libro más famoso: Pictorial Key to the Tarot (Clave pictórica del Tarot) que se edita aún en nuestros días. En esta obra fundamental, Waite denuncia como falsa la noción del origen egipcio del Tarot, así como otras creencias populares. Según sus propias palabras, el Tarot "no tiene historia anterior al siglo XIV". Su contribución más significativa consiste en reconocer la importancia de la alquimia y la Kabbalah como medios para comprender la naturaleza del Tarot. Según reconoce, el Tarot es, básicamente, un sistema de símbolos. El Tarot comprende representaciones simbólicas de ideas universales, detrás de las cuales yace todo lo implícito en la mente humana, y en este sentido contiene una doctrina secreta, que es la realización de una cuantas verdades imbuidas en la conciencia de todos.

El libro de Waite estaba ilustrado con un nuevo conjunto de imágenes de cartas del Tarot. La autora de estos dibujos era Pamela Coleman Smith, una artista norteamericana, miembro como él de la Golden Dawn. Smith se crió en Jamaica y se estableció en Inglaterra como diseñadora e ilustradora teatral. La baraja, publicada conjuntamente con el libro por la editorial Rider, fue pronto conocida como Rider-Waite y sigue siendo la más vendida en todo el mundo.

Uno de los personajes más controvertidos que surgieron del seno de la Golden Dawn fue el mago Aleister Crowley. Este personaje, conocido por su sobrenombre de "La Bestia" o, como dijo de él la prensa: "el hombre al que nos gustaría ahorcar", fue el causante directo del cisma que sacudió a la Golden Dawn en 1903. Crowley era sin duda un hombre singular: drogadicto, bisexual, libertino, mentiroso y brutal; pero también un mago de primera categoría, un excelente escritor y un estudioso capaz de crear un sistema filosófico propio.

Los Tarots de Waite y Crowley parten de una misma idea, que la naturaleza del Tarot es la de una herramienta simbólica. Pero sus resultados finales son bastante diferentes. El Tarot de Waite está diseñado con colores primarios, mostrando imágenes simples, casi infantiles. Cada figura del Tarot está repleta de símbolos tradicionales o alquímicos, de modo que el diseño de cada vestido o el color de las flores o de los paisajes transmiten un significado. En cambio, el Tarot de Crowley es más onírico, con complejas imágenes que invitan al ensueño o a la extrañeza. Viendo el Tarot de Crowley, se tiene la sensación de estar asomándose a otro mundo.